Miguel Soler, 12
03002 Alicante
Cierra domingo y lunes
Sólo mediodía, salvo viernes y sábado
Alioli, junto a la concatedral de San Nicolás, representa en Alicante la recuperación del “nuevo” concepto ancestral que encarna el espíritu de los despachos de vino de pueblo y de barrio que comenzaron sirviendo cacahuetes y altramuces para acompañar un chato y acabaron convirtiéndose, en muchos casos, en tabernas ilustradas o incluso en restaurantes. Como en las viejas tabernas, la puesta en escena gira en torno al vino: un buen repertorio de botellas foodie expuestas a precio de tienda, más 4 euros por descorche para consumir en el propio local. Además, una docena larga de vinos por copas. Para acompañar lo que uno elija -incluyendo la cerveza o el vermut, claro-, hay conservas premium, tostas, canapés -de crema de queso con tomate confitado, de hígado de bacalao, de sardina ahumada-, montaditos -el de morcilla y queso manchego es de una original obviedad- y una atractiva pizarra: tartar de salmón, esturión confitado, champiñón gratinado, lacón, lomo de orza, paté de perdiz, quesos -un delicioso parmesano o el mejor trufado que hayamos probado-, embutidos de Pinoso y de Vic, ibéricos, foie, patés, ensaladas templadas… El tapeo “casi sin cocina” es el eje de un “nuevo” concepto foodie de los de toda la vida, que recupera el espíritu de los despachos de vino a granel de pueblo y de barrio.
LLUÍS RUIZ SOLER
