
Bertrand Sourdais, propietario de Domaine de Pallus en Chinon (Francia), fue uno de los artífices de Dominio de Atauta después de trabajar en varios grandes châteaux bordeleses. Junto a David Hernando, director técnico de Atalayas de Golbán hasta aquel momento, creó en 2010 Bodegas Antídoto en la parte soriana de la Ribera del Duero, una de las zonas con una climatología más extrema de la DO. A partir de los pequeños viñedos prefiloxéricos y ecológicos de tinta fina —la tempranillo ribereña— que perviven en la región, elaboran este Antídoto con doce meses de crianza en barricas usadas de roble francés. El objetivo está claro: la finura y la fruta, por encima de la brutalidad y la madera. Y el resultado, también: un vino contundente y elegante, frutoso y complejo, listo para tomar —mejor, con un jarreado previo— y apto para guardarlo unos años, muy ribera y con una buena relación calidad-precio (unos 12 euros).