Ricard Camarena sube la apuesta. Vuelve a Madrid después de la experiencia en Ramses, pero esta vez con toda su artillería y el control sobre el local y la carta. Vuelve con Canalla Bistro Madrid para hacer “una cocina sin reglas, de recetas mestizadas, un viaje por el mundo a través de sus sabores”, según afirma el propio cocinero. Una cocina probada y contrastada en Valencia, de dónde ha salido triunfante, pero que supone una apuesta arriesgada en una ciudad en la que predomina un gusto aburguesado y tradicional, de elaboraciones reconocibles y sabores castizos.
Pero Ricard Camarena no se amilana. Conoce bien el público y la plaza y está convencido del éxito. “Ahora mismo pensamos que es el momento de abrir Canalla Bistro Madrid porque tenemos un concepto muy afianzado que funciona muy bien en Valencia y en México. Hemos adaptado el concepto Canalla, su oferta gastronómica y su interiorismo, tanto a la ciudad de Madrid como a un espacio tan singular y tan potente como es Platea, para nosotros es un reto llegar a un mercado tan competitivo”.
Gonzalo Hurtado, Director general de Platea, también explica que su apuesta por Camarena se basa en que «es uno de los mejores cocineros de España y además porque nos hemos identificado con su propuesta Canalla Bistro: rotunda, creativa, ecléctica, sin normas pero que al mismo tiempo cumple expectativas”. Una cocina que encaja en la filosofía del espacio de Platea, que define como “un concepto rompedor que ofrece al comensal cada día experiencias diferentes y sugestivas”.
Platea es un antiguo teatro reconvertido en el mayor espacio gastronómico de Europa. Sus casi 6.000 metros cuadrados se distribuyen en zonas de restauración abierta con diversas propuestas tanto de cocina informal, como de diferentes restaurantes, además de un cocktail bar. Canalla Bistro ocupa el espacio más amplio, frente al escenario, desde el que el comensal disfruta tanto de la cocina de Camarena, como del espectáculo gastro del resto de locales que se desarrolla ante sus ojos.