Por Lluís Ruiz Soler
La gastronomía y —en este caso— el vino son la pareja con la que todos quieren bailar. Hasta el mismísimo Séptimo Arte: la Seminci de Valladolid y el Festival de Cinema Fantàstic de Sitges lo han incluido en la temática de sus sesiones.
“El vino es el mar para Nicanor Parra, gota de oro o de púrpura para Neruda y el río del tiempo para Borges. Para Pessoa, ‘buena es la vida, mejor el vino’ y, para Eurípides, donde no hay vino no hay amor”. Con palabras como estas, extraídas del pregón de la actriz Pastora Vega, arrancaban la Fiesta de la Vendimia y la Mostra de Vins, que maridaron vino y cine durante nueve días en torno al Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, celebrado un año más en Sitges. Del 9 al 18 de octubre, entre catas y maridajes o concursos de pisadores de uva, pasaron por la alfombra roja Oliver Stone, David Prowse (Darth Vader en (Star Wars) o Juanjo Puigcorbé.
Pero, extinguido Cinegourland —el exclusivo evento que durante algunos años congregó en Laguardia y Getxo a lo más encantador de la gastronomía y la cinematografía españolas—, el relevo como festival de cine con vocación enogastronómica parece tomarlo la Semana Internacional de Cine (Seminci) de Valladolid, que desde el año pasado incluye una sección titulada Cine & Vino. El sexagenario certamen se ha celebrado del 24 de octubre al 1 de noviembre con cuatro proyecciones enocinematográficas entre conferencias, debates, catas y degustaciones: un centenar de vinos de Ribera del Duero, Cigales, Rueda y Toro.
Ha habido cuatro largometrajes en esta joven y prometedora sección. Barolo Boys es un documental de 2014, dirigido por Paolo Casalis y Tiziano Gaia, que habla de la revolución técnica y conceptual acometida en los años ochenta y noventa por un grupo de modestos viticultores, hasta convertir el vino de su comarca —Las Langhe, en el noroeste de Italia— en uno de los más celebrados del mundo: el Barolo. Otro documental, Jerez y el misterio del Palo Cortado —estrenado este año por José Luis López-Linares—, aborda los enigmas que rodean a ese generoso, surgido como por accidente en la elaboración de un fino para situarse a medio camino entre el amontillado y el oloroso: el más enigmático, sin duda, de los vinos de Jerez. The Duel of Wine es una especie de comedia documental, dirigida en 2014 por Nicolás Carreras con producción italoargentina y rodada en las más diversas localizaciones de medio mundo, con numerosos sumilleres y chefs, como Karlos Arguiñano, entre sus personajes. También del año pasado, Vinodentro, dirigida por Ferdinando Vicentini Orgnani, cuenta la historia de un empleado de banca que a sus 35 años prueba el vino por primera vez: a partir de entonces, cosecha un éxito tras otro en su profesión, en su vida sentimental y, finalmente, como reconocidísimo experto en aquella sorprendente “sangre roja” que cambió su vida.
FOTO: JEREZ Y EL MISTERIO DEL PALO CORTADO