Contra la caries, queso y pistachos

PistachosA base de estudios e investigaciones —a veces, de dudosa imparcialidad—, cualquier alimento puede convertirse en medicamento. Un estudio reciente refuerza el valor de los pistachos como “medicalimento” y otro le encuentra propiedades terapéuticas hasta al queso, que tiene, al parecer, efectos anticaries.

Los alimentos son como los duques de Palma: cuanto más investigan sobre ellos, más propiedades les encuentran. Los líderes del ranking son el aceite de oliva o el pescado azul, pero también el queso —terrible bomba de colesterol hasta ahora— tiene sus argumentos para posicionarse como medicalimento. En efecto, según un estudio publicado por la revista de la Academy of General Dentistry (AGD) de Chicago, el queso tiene propiedades anticaries. Ya en 2008, el Centro Superior de Investigaciones en Salud Pública de Valencia anunció que estaba desarrollando un yogur contra la caries, tras aislar un inhibidor de la bacteria que la provoca y que funcionaría de manera similar a la del bífidus activo. Pero el queso… Como decía un gallego, ¡se está tan claro que o queixo é queixo!

Queso-y-pistachosLos de la AGD han hecho el típico estudio con voluntarios sanos. Les midieron el pH dental —indicador del desgaste de los dientes—, los dividieron en tres grupos y a cada uno de ellos le dieron, respectivamente, queso, leche y yogur, para comprobar cómo incidían esos alimentos en la acidez, tan destructiva para la dentadura. De forma sorprendente, comprobaron que el pH se mantenía en quienes habían tomado leche o yogur, pero aumentaba entre los que habían consumido queso. Los especialistas concluyen que el queso incrementa la salivación más que otros alimentos, cosa que ya ejerce una acción preventiva de la caries, y que, además, algunos de sus componentes se adhieren al esmalte y lo protegen. Una magnífica noticia… salvo para quienes tienen colesterol o intolerancia a la lactosa. Porque, con estas cosas, nunca se sabe.

Un estudio similar, pero sobre los pistachos, lo ha desarrollado la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili (URV), que ha trabajado durante 9 meses con 50 prediabéticos de entre 25 y 65 años. Los expertos consideran que todos los frutos secos tienen efectos beneficiosos sobre la diabetes tipo 2, que es la provocada por la resistencia a la insulina en determinadas células y es distinta de la tipo 1, causada por la insuficiente secreción de esa hormona en el páncreas. Ésta, al contrario que la otra, suele aparecer a una edad temprana y genera insulinodependencia. En la diabetes tipo 2, según los responsables del estudio, “los pistachos son especialmente susceptibles de jugar un papel relevante, ya que son ricos en fibra, betacarotenos y otras sustancias antioxidantes”. Además, aportan vitaminas y minerales que contribuyen a la salud dental. O sea, que, para la caries, queso y pistachos.