Bodegas Martín Códax
DO Bierzo
Algo tienen en común la recuperación del oso pardo en los bosques del norte de España y la de los vinos del Bierzo, una comarca que apuesta como pocas por su variedad autóctona: la mencía. Para los de Martín Códax, uno de los grandes del blanco gallego, fue una revelación, que determinó hasta el nombre del proyecto, el descubrir cuatro huellas de oso en el viñedo centenario que habían elegido para elaborar tintos en ese enclave galaicoleonés. Todo hace prever —también el color picota casi opaco y su 14% de alcohol— un vino viril y potente, aun matizado por los dos meses de roble francés y americano, además del tiempo que lleva en la botella. Pero la mencía le da esa elegancia floral y femenina —lo ratifica el reconocimiento del certamen Vino y Mujer 2015— que redondea las intensas sensaciones frutales, también en boca, y permite sacarle el lado menos bestia hasta a un entrecot de buey a la parrilla. Cuesta unos 6 euros.