Duelo en la cumbre

Quique Dacosta y Ricard Camarena prepararon una histórica comida mano a mano con pinceladas de lo que pueden ser sus líneas respectivas de cara a 2012

La proyección de Ricard Camarena ha dado un espectacular salto adelante durante el año que se acaba. Quique Dacosta ha reinventado su línea vanguardista y su modelo empresarial. Con Paco Morales, son los cocineros más mediáticos de la Comunidad.

Ricard Camarena y Quique Dacosta han sido dos de los chefs que más han dado que hablar en el año que termina. El primero ha dado un gran salto en la proyección de su carrera y en la consolidación de su restaurante —Arrop, en Valencia—, hasta situarlos en primera línea de los chefs mediáticos a lo largo de 2011. El segundo ha dado un drástico golpe de timón en su trayectoria gastronómica —con una arriesgada redefinición de su restaurante de Dénia— y en la empresarial, con la osada puesta en marcha de Daco&Co como grupo de restauración que se aleja de la vanguardia culinaria para aproximarla a lo comercial.

Ante el nuevo año gastronómico, la incógnita gira en torno al rumbo que seguirá en 2012 por lo que respecta a los planes de expansión de Daco&Co y por lo que se refiere a la línea del Quique Dacosta Restaurant. ¿Abrirá nuevos gastrobares en Madrid, Barcelona, París o Londres? ¿Reinventará una vez más el antiguo El Poblet? Cabe pensar que la respuesta a la primera pregunta es “no”. En cuanto a la segunda, sólo podemos hacer conjeturas. A falta de saber si mejora su posición en el ranking de Restaurant Magazine, que quizás era uno de los objetivos del chef de Dénia con su línea radical del último ejercicio, esta no le ha aportado beneficio alguno en la guía Michelin, pero tampoco perjuicios, que todo podía pasar. Quique Dacosta Restaurant sigue con dos estrellas y una opción plausible —al Celler de can Roca, por ejemplo, no le ha ido nada mal— es la de centrarse en sus platos más consolidados: el cubalibre de foie, la gallina de los huevos de oro, la ensalada de cítricos.

Eso sirvió Dacosta en Arrop, en un histórico mano a mano entre él y Camarena para un grupo de periodistas y allegados. ¿Apostará por renunciar a los experimentos que le reportan pitos y aplausos? Camarena, por su parte, está en plena línea ascendente, pese a no haber logrado la segunda estrella, e innovó algo más, siempre en su línea de contrastes ácidos o picantes a partir de productos y referentes muy reconocibles: ensalada de caballa, pescadilla con espinacas al pil pil, bizcocho de turrón o unas colosales setas estofadas con jugo de pollo al ast.

La excusa era la concesión a Arrop del tercer sol Repsol, que le equipara con Quique Dacosta, y acudió a la cita la heredera del imperio Ansón para pedirnos que difundamos más sus galardones frente a los de Michelin. Y para oír nuestras réplicas. Sus soles, le dijimos, son del otro día y no tienen la pegada de unas estrellas nacidas hace más de un siglo ni contando con todo el tiempo en el que tuvieron la inapropiada imagen de los “surtidores” Campsa. Además, añadió un colega, la credibilidad de algunos inspectores de Repsol está muy lejos del trabajo de los de Michelin, tan criticado como incuestionable.

FOTO: SANTOS RUIZ