El campo 2.0 afronta la crisis

Las nuevas tecnologías ayudan a agricultores, ganaderos, viticultores o restauradores rurales a sacar adelante negocios tradicionales basados en la calidad, la sostenibilidad o lo autóctono. La venta directa de alimentos on line, el turismo rural “internetizado” o las marcas de carne de calidad son algunos ejemplos de sectores emergentes.

Nada se escapa hoy de la crisis, pero algunos sectores capean el temporal mejor que otros. Mientras negocios como el “ladrillo”, la construcción de infraestructuras o la venta de coches se hunden cada vez más, los negocios sostenibles parecen tener bases más sólidas, sobre todo, si le echan imaginación y “modernidad” al asunto. Según datos de la Federación Española de Empresas con Productos Ecológicos, la producción y distribución de alimentos “bío” ha seguido creciendo durante toda la crisis en porcentajes de ente el 6% y el 10%, y lo seguirá haciendo en un 12% anual de aquí a 2020.

En parte, esta mejora se debe a la exportación al resto de la Unión Europea y, desde hace unos meses, también a Estados Unidos, que está abriendo su mercado por primera vez a los productos “bío” de Europa. Pero también crece el sector gracias a iniciativas empresariales que están creando riqueza y empleo en el mundo rural y que se apoyan claramente en Internet, el teléfono móvil o las redes sociales.

Es el caso de EsDeRaíz, que ha apostado por la venta on line de alimentos ecológicos y de producción nacional —lo que ellos denominan alimentación sostenible—, una modalidad de venta que, según un estudio del Consejo Andaluz de Agricultura Ecológica, apenas representa hoy el 5% de las ventas “bío” en España. El éxito de algunas iniciativas de venta a través de Internet, directamente del productor al consumidor, y los mejores precios que permite la eliminación de intermediarios auguran un crecimiento exponencial desde ya a esta forma de adquisición de alimentos.

“EsDeRaíz surge de la ilusión de poder trabajar en algo que nos apasiona realmente, como es la gastronomía, el mundo rural y sus gentes”, explica el promotor de este negocio, Pedro García, cuya tienda on line funciona desde octubre. Según él, “la principal motivación de EsDeRaíz es ofrecer al consumidor alimentos sanos y de gran calidad que cumplan unos criterios de sostenibilidad y con toda la información acerca de los productos, sus materias primas, su proceso de elaboración y las personas que están detrás”. EsDeRaíz vende sus productos —locales, “bío” certificados o “bío” en trámites de certificación, pero siempre alimentos sostenibles y de gran calidad— a precios similares a los de los equivalentes convencionales, gracias a la supresión de intermediarios en la cadena de comercialización. Desde octubre “despachan” a través de la tienda on line y, para atender la demanda de compras tradicionales, han abierto también una tienda especializada en el mercado tradicional de Santa María de la Cabeza, en Madrid.

PREPARADOS PARA LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

“Hay una desconfianza per se a comprar productos agroalimentarios on line”, reconoce Carlos Rodríguez, gerente de las tiendas Raza Nostra de carnes de calidad: “Sin embargo, las nuevas tecnologías, para la gente que nos viene, son su herramienta habitual y, por otro lado, el medio on line es un canal muy bueno para comunicar los valores de los alimentos ecológicos o de cercanía e iguala las fuerzas entre grandes y pequeños”. Rodríguez advierte que “o la cadena de distribución entiende esos lenguajes o va a tener mucho en contra”.

“Los consumidores quieren producto ecológico y, muchas veces, no tienen donde conseguirlo”, explica María Zapata, responsable del proyecto nacional Sabor Cooperativo de la asociación consumerista ASGECO. En el mismo sentido se manifiesta Ana Ceballo, presidenta de la Unión de Cooperativas de Consumidores y Usuarios de España: “No sabemos si se exporta un 80 o un 90% de la producción ‘bío’ española porque no se vende aquí o no se vende aquí porque se exporta casi todo y no llega a nuestro mercado, pero lo cierto es que necesitamos más y mejores establecimientos que hagan llegar el producto ecológico o local al consumidor”.

Para muchos, los canales alternativos —la venta directa on line, la venta “a pie de finca” o la compra directa por parte de restaurantes— son los únicos que pueden asegurar el suministro de productos de calidad y a precios justos que consigan clientes fieles. Las Bodegas Volvoreta, en la comarca de Toro, embotellan, entre otros, vinos ecológicos, naturales y sin sulfitos de excelente calidad. Según explica la enóloga y responsable de las bodegas zamoranas, María Alonso, el 90% de sus ventas a nivel nacional se realizan a particulares, que reciben el pedido a domicilio en un plazo de 24 horas. Eso sí, pide mucho más esfuerzo a los productores de zonas rurales para modernizarse y buscar alternativas a los circuitos convencionales de comercialización, esos que apenas les permiten hoy subsistir. “Las nuevas tecnologías están bien”, asegura, “y el consumidor está preparado para ellas, los que no lo están son muchas veces los productores por falta de tiempo o por falta de conocimiento”. La enóloga concluye que, sin embargo, “hay mucho trabajo en la producción de alimentos en el campo y el consumidor está preparado para recibir toda la información que las nuevas tecnologías permiten difundir”.

HAY QUE SABER VENDERSE

El consultor gastronómico Pablo López Márquez va un poco más allá e involucra en este proceso de alternativas sostenibles en el mundo rural al sector turístico, que puede beneficiarse y beneficiar al sector agroalimentario de calidad. “En España tenemos más de siete millones de turistas gastronómicos y hay que saber venderse”, comenta refiriéndose a los agricultores, ganaderos o transformadores de excelentes alimentos y bebidas que, sin embargo, fallan muchas veces en cuanto a imagen o estrategias de comercialización.

De hecho, el turismo rural es otra de las actividades que están haciendo de la economía del campo algo más sostenible en todos los sentidos —social, ambiental y económicamente— y, en buena parte, está prosperando gracias a las nuevas tecnologías. Según datos de Segitur, una entidad creada hace 10 años para impulsar las nuevas tecnologías en el sector turístico, del total de turistas que vinieron en el último año a España, el 45% pagó alguno de sus servicios a través de Internet. Su directora de comunicación, Nuria Muñoz, explica que en la actualidad trabajan por “promocionar la naturaleza y la cultura de España, es decir, el turismo rural, para que deje de verse como un destino exclusivo de sol y playa”.

La Fundación Félix Rodríguez de la Fuente es particularmente activa en la dinamización de la economía rural, en general, y en el uso de las nuevas tecnologías, en particular, para que el esfuerzo de los negocios rurales —agricultores, ganaderos, restauradores u hosteleros— “llegue” a los grandes mercados y fije la población en el campo. Proyectos como MiTierra Masp, Emprender para Conservar o ConSuma Naturalidad apuestan apasionadamente por las nuevas tecnologías, el emprendimiento rural sostenible, el consumo responsable y el turismo rural como alternativas a la crisis. El reconocido programa ConSuma Naturalidad, por ejemplo, pretende juntar a productores, distribuidores y restauradores para poner en valor los productos derivados de nuestras razas ganaderas y variedades vegetales autóctonas.

 

RAFAEL CARRASCO / AGENCIA DOSSIER

FOTOS: CEDIDAS