El Valle del Jerte, en el norte de Extremadura, es famoso por la floración de los cerezos en primavera, un increíble espectáculo de más de un millón de árboles tiñendo de blanco las laderas del valle. Las flores anuncian que dentro de pocas semanas llegan las cerezas y picotas amparadas por la denominación de origen.
La floración de los cerezos no se produce todos los años en las mismas fechas y depende de las condiciones meteorológicas del invierno. Habitualmente, tiene lugar durante los últimos diez días de marzo y los primeros diez de abril. Dura entre doce y catorce, y es un momento de júbilo para toda la comarca, que lo manifiesta en la Fiesta del Cerezo en Flor, declarada de Interés Turístico Nacional. Este año se celebra del 27 de marzo al 12 de abril.
Hay cinco variedades certificadas con la Denominación de Origen Protegida y cuatro de ellas pertenecen al grupo de las picotas: pico limón negro, pico negro, pico colorado y ambrunés. El 60 por ciento de la producción de picotas del Jerte se exporta.