Gastrotapeo del bueno en San Vicente del Raspeig

Destapat-OKPor Lluís Ruiz Soler

Todos los jueves, once locales del centro de San Vicente del Raspeig, ciudad universitaria junto a Alicante, participan en el Destapa’t con una sugerente oferta de gastrotapeo: nuevas tendencias y grandes chefs, tapas con amenidad y con fundamento, gastrobares informales y restaurantes con empaque.

Una nueva generación de bares y restaurantes reivindica gastronómicamente a una ciudad que fue todo un estandarte en los 80 con el estrellado La Moñica. La peatonalización de la zona en torno a la iglesia que sintetiza el ayer y el hoy de San Vicente —antes, El Raspeig— sentó las bases de un proceso urbanístico por el que unos cuantos locales de diversa índole se reorientaron hacia el ocio y la restauración. El revulsivo de la movida ha sido, quizás, la incorporación de uno de los grandes de la cocina provincial: el eldense Pedro Gras. Como comandante de la “guardia suiza” de Joachim Koerper, del Girasol de Moraira, tres restaurantes obtuvieron una estrella Michelin bajo su dirección en Palencia, Coimbra y Lisboa. Luego, tras empaparse de las últimas tendencias en el Blue Marlin de Ibiza, abrió Gras To Bar en plena avenida de la Libertad. El nombre de la calle no podía tener mejores connotaciones: si Adrià o Arzak proclaman en tertulias y entrevistas que lo que les gustaría de veras es dedicarse a la caña y la tapa detrás de una barra, Gras se puso a ello hace un año. Y al cóctel o el gintónic, también.

Su entusiasmo contagioso ha hecho pandi con un puñado de vecinos. Nada mejor que unirse y moverse para que se sepa que en la avenida de la Libertad y alrededores hay una atractiva oferta de gastrotapeo, con once locales de esa zona agrupados en torno al Destapa’t. Cada uno prepara en la tarde-noche de los jueves una propuesta de cuatro tapas, que se renueva semanalmente: tapa con caña o copa de vino, 2 eurillos. Participan locales de mucho empaque, como La Sal, con terraza en una encantadora placita tras la iglesia. Su canelón de carne y foie con níscalos y parmesano o sus calamares a la carbonara nos harán volver reglamentariamente pensando en la sección de restaurantes. De momento, como gastrobar, es de lo más sugerente.

También hay una propuesta variada y amena, frente al Ayuntamiento, en Pura Tapa, cuya terraza a pie de calle estuvo muy animada en verano con sus fiestas andaluza o ibicenca. En la propia avenida de la Libertad, De Tintos tiene una buena bodega a precios razonables, organiza catas y se curra el tapeo. Está a un magnífico nivel el de El Taulell, en la calle Mayor, especialista en montaditos que no se queda atrás con las cosas de más enjundia y lo demuestra en sus propuestas para esta iniciativa. Volviendo a la avenida de La Libertad, Garden es otro local de tapas y copas, con terraza y barra en la calle, que se aplica a fondo en el Destapa’t. Okavango, El Sol, Nou Dioni, Baccu’s y Dany completan el cartel de un evento pensado para (re)situar a San Vicente en el mapa de la gastronomía a partir de las nuevas tendencias.