Bodega Carrascas presentó en Alicante, durante una cata dirigida por el enólogo Ignacio de Miguel, los dos blancos que comercializa en España, Carrascas y Origen de Carrascas, aunque también elabora dos tintos. Según su consejera delegada, Amelia Payá, se trata de “una bodega joven, fresca, sin historia ni cargas culturales de antaño”, cosa que le permite “aspirar a algo completamente nuevo en lo que cada uno pudiera aportar lo que mejor sabía hacer.”
Carrascas blanco 2012 es un chardonnay y sauvignon blanc con “un atractivo e intenso aroma, con recuerdos de flores blancas y fruta de hueso”, según el enólogo. “En boca es fresco y untuoso, sedoso en el paso, con recuerdos de piel de melocotón y un ligero amargor al final que lo hace largo en su postgusto”, añadió.
Origen de Carrascas blanco 2012, está elaborado con las mismas variedades “siguiendo la tradición de los grandes borgoñas”. Para Ignacio de Miguel, “tiene un sorprendente aroma a pastelería y hojaldre con fondo anisado”, junto a notas “más frutales a pomelo y albaricoque sobre un fondo de pan tostado”. En boca, el enólogo lo describió como “grande y carnoso, sin olvidar su vocación de blanco frutoso y fresco, con un paso lentísimo por boca y un largo final”.
Bodega Carrascas está en el término municipal de El Bonillo, al suroeste de la provincia de Albacete, entre el Campo de Montiel y la Sierra de Alcaraz, a más de 1000 metros sobre el mar. Los suelos son calizos y el clima continental, con grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche o entre el verano y el invierno que favorecen la maduración de la uva y su complejidad aromática.