Juan Carlos Sancha, investigador enológico y asesor de bodegas y organismos, explicó ayer en la Escuela de Catas de Alicante su proyecto de Protección de los Viñedos Singulares de la DOC Rioja.
Con una una tradición viticultora que le ha permitido conservar algún viñedo de su abuelo con casi 90 años, Sancha defiende la diversidad varietal como una riqueza que hay que legar a las próximas generaciones. Esta filosofía la ha plasmado también en su bodega Ad Libitum, cuyas cepas están plantadas en parcelas muy pequeñas de suelos pobres, calizos y poco profundos que obligan a la vid a reducir su producción y mejorar su calidad.
El enólogo explicó su filosofía ante un centenar de personas, que pudieron catar sus vinos de variedades experimentales como las maturana tinta y blanca o la tempranillo blanca, recuperadas con sus investigaciones. Para Sancha, “los grandes vinos se hacen con grandes uvas y de grandes viñedos —no en el sentido del tamaño—, no en cualquier sitio y aplicando la tecnología como durante algún tiempo pensaron los enólogos”. Según un significativo dato que facilitó, “en el mundo hay 6 mil variedades de uva y el 80% del vino se elabora sólo con cuarenta”.