La Ereta

Parque de La Ereta, s/n

La nave comandada por Dani Frías —en el puente de mando—, Rafa Molina —en las calderas— y Antonio López Rico —a cubierta— navega como un delfín y planea un golpe de timón. La propuesta culinaria y la puesta en escena serán más ágiles y más dinámicas sin perder el enorme empaque de la cocina y el servicio de La Ereta. Como el propio local —encaramado al Benacantil—, su cocina está en lo más alto de la restauración alicantina: combinaciones arriesgadas y magníficamente resueltas, rotundidad de sabores sin menoscabo de su equilibrio, productos reconocibles y auténticos… ¿Un mejillón en escabeche con crema de erizo y boniato? ¡Pues sí! Y vaya que si funciona. ¿Y dirían que combina la sepia con manitas y trufa? Sorprendentemente. El emperador con cardos y turrón, la sopa de ajo con huevo, tocino y gambosí o el arroz con pulpo, hinojo y allioli de membrillo son de 10: ni más ni menos. El salmonete con pericana o la presa con arrope y calçot no se quedan atrás. Los aperitivos del menú degustación —¡qué hamburguesita de mero!— son verdaderas filigranas, como los cinco pequeños postres que lo culminan: desde un divertido “kojak” hasta una actualizada tarta de chocolate del cole —tan rotunda como emotiva—, pasando por un “mojito” refrescante y seductor. Alta cocina en lo más alto.