La Torre del Visco: gastronomía primaveral

Equipo-de-La-Torre-del-ViscoAdemás de su peculiar cocina arraigada en el kilómetro 0 y con referentes europeos, el atractivo foodie del hotel La Torre del Visco, en la comarca bajoaragonesa del Matarraña, incluye una programación de actividades para sus huéspedes en la que la gastronomía es la protagonista.

El programa de actividades de primavera de La Torre del Visco , en término de Fuentespalda (Teruel), se inició el 13 de abril con una cata de whisky de malta y continuó el sábado Quesos-artesanales-aragonesessiguiente con una visita a la bodega Celler d’Algars. El 27 habrá una cena con música: “Dos guitarras al ritmo de Cuba”. Para mayo, además de un safari ornitológico por los Puertos de Beceite, preparan una cata de queso, otra de miel y un taller de ensaladas y verduras en inglés, que permite practicar el idioma mientras se cocina y que se repetirá en junio. En el último mes de la primavera también habrá, además de un curso de fotografía nocturna, una cata de cervezas extranjeras, un taller de cocina en torno al huerto ecológico de La Torre del Visco y una cena con música latin jazz. La inscripción a las actividades gastronómicas cuesta entre 20 y 30 euros por persona y es gratuita para reservas de dos noches con media pensión. Para más detalles, dirigirse a torredelvisco@torredelvisco.com o al teléfono 978 769 015.

La Torre del Visco se encuentra en la comarca del Matarraña, donde Aragón confluye con Cataluña y la Comunidad Valenciana. Por suerte o por desgracia, uno de los rincones más auténticos y encantadores de España está entre los grandes desconocidos. Cerca de Valderrobres, la capital, Piers Dutton y Jemma Markham explotan una finca de 100 hectáreas, mitad monte y mitad agrícola. Hay frutales, hortalizas y 1800 olivos: un 80% son de empeltre —la variedad autóctona— y el resto, de arbequina. Justo ahora empiezan a comercializar una parte de sus frutos: aceite, mermeladas. El resto, junto a lo que obtienen de pequeños productores de la comarca, integra la despensa de su restaurante en uno de los hoteles más singulares de España.

DE LA CREMA DE APIO Y STILTON AL SUQUET DE LA COSTA BRAVA

Con el asesoramiento de Kristian Lutaud, que a mediados de los 80 compartió con Ferran Adrià la dirección culinaria de El Bulli, está al frente de la cocina el propio Piers, Restaurante-del-Viscociudadano del mundo de origen inglés, que refleja en sus menús lo que aprendió en la escuela Hofmann de Barcelona sobre la cocina clásica y la catalana: de la crema de apio y stilton al suquet de la Costa Brava, del salmón con eneldo a los calçots con romesco, del farcellet de cordero al cheesecake o a la roulade de merengue. El desayuno es otro de los atractivos gastronómicos de La Torre del Visco: en la propia cocina, junto a los cocineros, compartiendo una gran mesa con los demás huéspedes, en torno a una parada de manjares que pone el entorno en el plato, sin limitación de horario.

La Torre del Visco se encuentra en una masía construida junto al río Tastavins en el siglo XIX, adosada a una torre del XV y restaurada entre 1993 y 1995, a la que se accede tras casi 6 kilómetros de camino forestal. El lujoso acondicionamiento del edificio —tanto de su entorno como de las 17 habitaciones y suites con chimenea—, su bucólico aislamiento —una espléndida biblioteca suple con creces la falta de tele y la mala cobertura de los móviles—, su adscripción a Relais & Châteaux y la peculiar filosofía hostelera de Piers y Jemma definen un hotel literalmente singular, civilizadamente doméstico, familiarmente exclusivo…

LLUÍS RUIZ SOLER