Keda Black: “Coca-Cola. Las 30 recetas esenciales”
Roca Editorial (Barcelona), 2014
El pollo con Coca-Cola ideado en los años 80 por un cocinero francés de segunda fila se convirtió en metáfora de todos los “disparates” que podía acarrear la Nouvelle Cuisine. Prueba de que la cosa no había hecho más que empezar y de que algunas propuestas arriesgadas pueden ser algo ordinario una generación después, el refresco de las sinuosas caderas es hoy un ingrediente de cocina asumible, no sólo por la vanguardia —el cubalibre de foie de Quique Dacosta es su clásico más imitado—, sino por cualquier cocinillas de sábado por la noche. A él va dirigido este recetario que incluye limonada de menta y limón, pastel de queso con salsa de Coca-Cola, tarta Tatin caramelizada, cremas para dipear, magret con Coca-Cola o garbanzos con chipirones a la Coca-Cola Zero. Un librito de 60 páginas ilustradas con fotografías de Frédéric Lucano y encuadernado en cartoné, que no cuesta más que un par de botes del célebre refresco: 4,95 euros.