Como cada invierno los restaurante madrileños recuperan una de las especialidades emblemáticas de la ciudad, el cocido, y lo convierten en una de sus señas de identidad. De casas de comidas centenarias a restaurantes actuales, son muchas las opciones para disfrutar de este sabroso y contundente plato, tanto en su versión canónica como en propuestas puestas al día.
Tal es el peso de este plato icónico en la cocina madrileña que cuenta incluso con restaurantes dedicados a él, como Carmen Casa de Cocidos, donde se puede disfrutar de un cocido tradicional canónico, con sus tres vuelcos y en el que, junto a las carnes, los garbanzos o la sopa –en este caso convenientemente desgrasada- no faltan ingredientes del cocido más auténtico como las piparras y la cebolleta, la ensalada de pamplinas o la croqueta servida con salsa de tomate.
También se suman a la temporada las propuestas del hotel NH Eurobuilding, que viene dedicando atención a este plato desde 1961, en cuyo restaurante Domo by Roncero & Cabrera puede disfrutarse de un cocido completo compuesto por 21 ingredientes seleccionados que se incorpora a su menú ejecutivo de los jueves.
Para quienes quieran disfrutar del cocido en formato miniatura el restaurante Tablafina (Paseo del Prado, 48) ofrece una reinterpretación servida como tapa en la que, sobre una crema de garbanzos se sirve un rulo de repollo relleno de las carnes de cocido. El conjunto se termina en mesa con su caldo.
Junto a estas no pueden faltar propuestas ya clásicas para disfrutar del cocido como las de los restaurantes La Bola, El Charolés, Lhardy, Malacatín, La Cruz Blanca y tantos otros que convierten al cocido en uno de los principales atractivos de la cocina madrileña de temporada.