Penedès-Borgoña-California

Marimar-statePor Lluís Ruiz Soler  

Marimar Torres se fue a América en los años 70 como directora de exportación de la empresa familiar y se quedó allí. Si en el nuevo mundo predicó la autenticidad europea del viñedo y el “terroir”, su estilo vuelve a casa con renovados aires de modernidad.  

En 1981, Marimar Torres convenció a su padre —tercera generación de una saga de El Penedés que despuntaba como futura referencia vitivinícola internacional— para que invirtiera en California. Formada como empresaria y no como enóloga —hasta 1988—, en 1975 había ido a parar a aquellas tierras como directora de exportación del negocio. Allí se enamoró de un crítico enogastronómico llamado Robert Finigan y de un hermoso rincón del condado de Sonoma, con un paisaje característico del Far West al otro lado de la Bahía de San Francisco. A nadie se le había ocurrido cultivar la viña en aquellos suelos arenosos. Pero los Torres compraron 25 hectáreas en el Russian River Valley, comenzaron 5 años después a plantar chardonnay y pinot noir —pensando en Borgoña, más que en El Penedès— y acabaron haciendo de aquel paraje uno de los puntales del esplendor vitivinícola californiano. La propiedad —Don Miguel Vineyard, en honor a su padre— tiene ahora 8 hectáreas más y se amplió en 2000 con otro viñedo de 72 —Doña Margarita Vineyard, por su madre— en la cercana Sonoma Coast. En la línea de la familia, practican la viticultura orgánica y biodinámica.

BottlesCuatro vinos de Marimar Estate se venden en España entre los 25 y los 35 euros: un chardonnay joven, otro con crianza y un pinot de cada uno de los dos viñedos. Acero 2012 procede de Russian River Valley, como el otro chardonnay, y es un blanco sin madera, fresco y frutoso, floral y mineral: también la fermentación maloláctica, que le da complejidad y volumen además de domar la acidez, responde de su nombre. La Masía chardonnay 2010 fermenta en barricas de roble francés y permanece en ellas durante 10 meses: cítrico y floral, mineral y especiado, con el equilibrio, la elegancia y el potencial de envejecimiento de los grandes blancos. La Masía pinot noir 2009 y Mas Cavalls 2010 son dos tintos bien diferentes, más “clásico” el primero y más “moderno” el segundo, con una delicada expresión de fruta roja y especias —más dulzonas las de Russian River Valley, más punzantes las de Sonoma Coast—, con una equilibrada suavidad el más viejo y con una prometedora estructura el más joven.

Sitges-house-partyMarimar es embajadora en América de la autenticidad vitivinícola europea y embajadora en España de la modernidad vitivinícola californiana. Reputada especialista allí en la cocina de aquí —conocida por sus libros The spanish table y The catalan country kitchen—, vive entre Sausalito, Sebastopol y Sitges, en cuya casa familiar, así como en el Mas Rabell de Torres, celebra regularmente los exclusivos encuentros del Círculo Marimar.