
Entre las DDOO que reivindican la garnacha, rescatada del granelismo peleón para el vino de calidad, Terra Alta es un baluarte de la vida rural en un entorno tan grato a la viña de calidad como literalmente bucólico. El proyecto 7 Magnífics, avalado por Torres, pone en valor esos reductos de autenticidad vitivinícola y las cosechas de pequeños agricultores escogidos a lo largo de Cataluña que durante décadas le han vendido la vendimia para sus distintos vinos. Este Rebels de Batea tinto y la versión blanca de la que les hablábamos este verano son sus primeros frutos. La “rebeldía” de un pueblecito llamado Batea en defensa de sus raíces y de su identidad, de la que la garnacha misma forma parte, se manifiesta de forma conmovedora en la franqueza de un vino que es lo que tiene que ser: nobleza frutal —aunque un 20% pasa por barrica— aromática y sabrosa, intensa y amable, de una rústica elegancia.