Tajín de pollo

Pollo, ras-el-hanut
Canela, clavo, guindilla
Vino, cebolla, aceitunas
Orejones, dátiles
Pasas, piñones
Aceite, pimienta, sal

Salpimentar un pollo troceado —1 kilo y medio, más o menos— y espolvorearlo con 2 cucharadas de ras-el-hanut. Esparcir 2 cebollas cortadas a rodajas finas en el fondo de una cazuela y añadir 3 decilitros de aceite de oliva. Colocar encima el pollo con media rama de canela, un par de clavos de especia y una guindilla. Tapar la cazuela y llevarla a fuego medio durante 40 minutos al menos, según la dureza de la carne: un pollo campero puede necesitar bastante más. Remover de vez en cuando y mojar con jerez o vino blanco seco siempre que haga falta. Cuando el pollo esté tierno, añadir 8 orejones, 8 dátiles, 16 aceitunas —todo, sin hueso—, 50 gramos de pasas sin semillas y 20 gramos de piñones. Comprobar el punto de sal y prolongar la cocción durante 10 minutos más. Servir con una guarnición de sémola de cuscús —preparar según las instrucciones del fabricante— o arroz blanco. Debe quedar una salsa ligada y no aceitosa.