Torres estrena el documental “El vino y el clima, una relación amenazada” e instala una caldera de biomasa que transforma en energía los subproductos de la cosecha para reducir el consumo eléctrico en su bodega de Pacs del Penedés.
“El vino y el clima, una relación amenazada” se ha estrenado el 9 de noviembre en el Festival Internacional de Cine del Vino y el Cava, en Vilafranca del Penedés. Se trata de un documental dirigido por el periodista José Luis Gallego, patrocinado por Bodegas Torres y realizado por Somos.som -la productora fundada por Julia Otero-, que recoge los testimonios de investigadores, catedráticos, bodegueros y divulgadores científicos sobre la alta sensibilidad de la viña a las variaciones climáticas y las transformaciones que sufre a consecuencia del calentamiento global.
En efecto, el cambio climático amenaza con modificar el ritmo de las cosechas y los paisajes vinícolas en España, y con alterar las condiciones de los viñedos y la calidad de los vinos. Una parte del sector vitivinícola afronta los retos del calentamiento global con medidas de adaptación al cambio climático y con acciones para reducir las causas que lo provocan, tanto en el cultivo de la viña como en la elaboración del vino. “El vino y el clima, una relación amenazada” habla también de la naturaleza de la viña, su biodiversidad, su alto valor ecológico, el rico patrimonio paisajístico que representan los viñedos y la trascendencia de la cultura del vino.
REDUCIR EL CONSUMO ELÉCTRICO
Por otra parte, Bodegas Torres ha puesto en marcha, en sus instalaciones de Pacs del Penedés, una caldera de biomasa que es la más grande del sector en España, en el marco del programa Torres & Earth con el que lidera la lucha contra el cambio climático en el mundo del vino. Entre 2006 y 2011, el 11,3 por cien de las inversiones de Bodegas Torres se ha destinado a la protección del medio ambiente. En esa línea, desarrolla programas de monitorización de los consumos energéticos y de agua, de aislamiento térmico de los depósitos y de utilización de métodos constructivos mínimamente expuestos a la climatología.
Asociada a un equipo de refrigeración por absorción, la nueva caldera supondrá una reducción de un 10 o un 12 por cien en el consumo eléctrico de la bodega de Pacs del Penedés, al aprovechar gran parte de los residuos orgánicos generados por la vendimia, como orujos y raspones, así como otros materiales de origen vegetal procedentes de la comarca. La energía generada a partir de ellos supondrá un ahorro eléctrico de 1 millón de kilovatios/hora. La nueva caldera reportará evidentes beneficios de tipo medioambiental, como el de conseguir un balance neutro en la emisión de CO2, el de obtener energía renovable a partir de la propia actividad o el de reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
UN ECOLOGISTA CONVENCIDO
En una entrevista publicada por Gastronostrum Magazine en verano de 2011, Miguel Torres hablaba de este proyecto y comentaba su preocupación por el cambio climático: “Sin duda, el mapa vitivinícola de Europa cambiará drásticamente. Los vinos serán diferentes, la latitud de los cultivos y las variedades irá desplazándose progresivamente. ¡Quizá en el Penedés acabemos plantando monastrell! Las temperaturas medias están subiendo y la vid es el vegetal más sensible a los cambios de temperatura. Si el clima cambia en un grado no afectará a las zanahorias ni a las patatas, pero sí a la viña. Y mucho.”
En cuanto al posible oportunismo comercial de su actitud ecologista, Miguel Torres decía en aquella entrevista: “El caso es que los del departamento de marketing nos dicen que eso no ayuda a vender. Quizás a medio plazo, sí. Pero, por ahora, no. Yo me preocupo por el medio ambiente porque creo que lo tengo que hacer, porque estoy convencido de que si no cambiamos ahora nuestro estilo de vida todo va a ser muy complicado en el futuro. Soy un ecologista convencido. Hay que defender el medio ambiente aunque el departamento de marketing no encuentre ninguna razón para ello.”