Por Lluís Ruiz Soler
El termómetro venía advirtiéndolo y el calendario lo ratifica de forma inapelable: el verano llega a la mesa, a la barra y a la tumbona. Sin duda, apetecen los blancos y rosados, pero un buen tinto es siempre un buen tinto y muchas bodegas acaban de lanzar algunas de sus novedades en cuanto a los vinos aparentemente menos veraniegos.
La DO ALICANTE celebró su Winecanting Summer Festival, una cita cada vez más concurrida donde ponerse al día en la materia. Probamos, entre otros, el nuevo Monastrell by El Sequé 2014 —varietal que reemplaza al Laderas del Sequé—, el soberbio El Telar 2011 —una de las cumbres de la cepa autóctona, hermano mayor del encantador La Casica del Abuelo 2014, del que hablábamos recientemente—, el estupendo Delit 2012 de Finca Collado —otro monastrell, amablemente láctico— o La Viña del Carpintero 2013 —la seriedad de Carabibas— y aplaudimos el rediseño de los Casa Cesilia, que ordena un catálogo donde se agolpaban marcas y productos. Al margen de la DO de un tiempo a esta parte, Bodegas Salvador Poveda ha lanzado un Borrasca 2011 —su monastrell más ambicioso— totalmente readaptado a los gustos actuales en todos los aspectos, igual que el blanco Riesling 2014.
Por su parte, Murviedro presentó en Valencia, junto al cava Arts de Luna chardonnay y el Colección Verdejo 2014, los nuevos varietales de bobal: una auténtica declinación de la uva de UTIEL-REQUENA, desde un Roble 2014 hasta un Reserva 2011 pasando por un Cepas Viejas 2012. En lugar destacado, el Vox Populi 2012 interpreta la variedad pensando en los “nuevos consumidores”. Otro bobal de la última generación es el Paraje Tornel 2012 de Dominio de la Vega, con un año en barrica francesa nueva, que corona la nueva gama de la bodega, con el blanco Recuérdame 2014 y el Bobal en Calma 2013 que reseñábamos hace poco.
También hay novedades en la DO VALENCIA. Desde les Terres dels Alforins, Vinos de La Viña ha lanzado su Icono Selección 2012, tan potente como moderno. Los Icono son la gama de varietales de la Cooperativa de La Font de la Figuera y este vino los reúne a todos: garnacha tintorera, monastrell, tempranillo, cabernet sauvignon y syrah. En el Alto Turia, Vegamar se consolida tras el fichaje del enólogo Pablo Ossorio hace un año. El Vegamar Blanco 2014 o el Selección Merseguera 2014, así como el Selección Garnacha 2014 o el Selección Merlot 2014, son los mejores exponentes de la nueva línea junto al Vegamar Dulce 2014.
Mediterráneo arriba, crece la colección 7 Magnífics impulsada por Torres, con un conmovedor El Senat del Montsant 2013: garnacha y mazuelo. El nuevo vino continúa en el MONTSANT la línea casi arqueológica iniciada en TERRA ALTA por los Rebels de Batea 2013: blanco y tinto, las dos garnachas.
En la España continental también presentan sus novedades. En la RIOJA ALTA, Bodegas Tarón —una cooperativa que apostó por la calidad y por elaborar sus propias marcas— tiene a punto sus nuevas instalaciones y lanza las nuevas añadas de sus Tarón Tempranillo 2014 —joven—, Tarón 4M 2012 —cuatro meses— y Tarón Crianza 2011.
En la DO TORO, el Flor de Vetus 2013, con 9 meses en barrica, expresa la autenticidad de la tempranillo local en su vertiente más fresca y frutal. La bodega ha lanzado, así mismo, el Flor de Vetus Verdejo 2014, elaborado en la zona más occidental de la DO RUEDA, que está en la provincia de Segovia y no en la de Valladolid.
También se ha presentado recientemente el Portia Crianza 2012, lo más riojano de la RIBERA DEL DUERO: con esa bodega, el Grupo Faustino llevó la filosofía de sus orígenes a lo que en los 90 era una DO emergente. La conjunción de arraigo e innovación en la Ribera la encarna el Emilio Moro 2012, fino y complejo como corresponde a un año seco y fresco. La amable frutalidad de la tinta fina —y la calidad de una extraordinaria vendimia— aparece en su hermano joven, el Finca Resalso 2014.