Según un informe de Turismodevino.com, el enoturismo generaría 50 mil puestos de trabajo directos si cubriera las expectativas de más de 3 millones de turistas extranjeros interesados en visitar bodegas y conocer el mundo del vino.
El turismo relacionado con el vino puede crear empleo en España. Eso afirma un estudio de www.turismodevino.com, que asegura que se podría generar más de 50 mil puestos de trabajo directos en los próximos años. Según ese portal especializado en enoturismo, sólo en EEUU, Suiza, Alemania, Holanda y Bélgica, casi 100 millones de personas planean para sus viajes alguna actividad relacionada con el vino y, entre ellas, 14 millones se autodefinen abiertamente como enoturistas. Esos datos describen un enorme mercado potencial que hay que explotar.
Las estadísticas oficiales dicen que 250 mil extranjeros pasan al año por las bodegas españolas y esa cifra sólo representa el 17 por cien del total de las visitas: el enoturista es, por ahora, eminentemente español. En cambio, según el estudio, el 7 por cien de los turistas extranjeros —más de 3,6 millones— aseguran estar interesados en visitar una bodega, mientras que sólo el 0,4 por cien —aquellos 250 mil— lo hace.
Según Turismodevino.com, hay que diseñar paquetes con propuestas gastronómicas y culturales junto a las relacionadas con el mundo del vino. El artífice del portal, Luis Lechuga Núñez, piensa que así se puede atraer a esos 3 millones de enoturistas más al año. Eso generaría 50 mil puestos de trabajo sin necesidad de grandes inversiones económicas, ya que en España hay más de 150 mil plazas de turismo rural y una gran parte de ellas están en zonas vinícolas. En cambio, el papel de Internet, que cada vez tiene más peso en las reservas hoteleras y en la contratación de viajes, es de gran importancia. En un competidor como Francia, con más de 60 millones de turistas al año, la mayor parte del turismo es de interior.