Triga 2012, apabullante pero no tanto

TrigaBodegas Volver 
DO Alicante

Acaba de salir la última cosecha de Triga con la anterior agotada. Tiene una presencia apabullante, comenzando por la botella —que debe costar vacía más que muchísimas llenas— y siguiendo por su color o su densidad. Uno se espera una bomba frutal y tánica, pero el hermano mayor de los Tarima y Tarima Hill —en cuanto a crianza y también en cuanto a precio: el Triga cuesta unos 29 euros—, es un vino sorprendentemente amable. Está hecho con monastrell (85%) y cabernet sauvignon, pasa 20 meses en barricas seminuevas de roble francés y arroja un magnífico balance entre la uva y la madera en nariz y en boca: aromas especiados y de fruta roja madura, fino y redondo al beberlo, con notas lácticas y minerales. De un estilo pensado para la exportación que gana adeptos aquí, es más elegante que potente: modernidad y autenticidad. De las 185 hectáreas de viñedo que tiene Bodegas Volver entre Pinoso y Salinas, cerca de una colosal cantera de mármol, una parte se plantó hace casi 90 años en pie franco.