Un viñedo con hondas raíces

Emilio-Moro-antiguaEmilio Moro 2010
DO Ribera del Duero

Emilio Moro ha renovado su imagen. Las nuevas etiquetas reflejan, con fotos extraídas del álbum familiar, la historia de una saga en la que confluyen arraigo e innovación y su relación con la viticultura. La de este crianza —el Emilio Moro por antonomasia, el único, desde 1998, que conserva el nombre del patriarca y que está a medio camino entre los ilustres Malleolus y el juvenil Finca Resalso— incluye una imagen de 1938 en la que aparece el fundador de la empresa, de niño, junto a su padre, en uno de los primeros viñedos de la familia. De los que tienen ahora entre 15 y 25 años procede el Emilio Moro 2010, todo un guiño al pasado desde el presente. Criado durante 12 meses en roble americano y francés, es un paradigma de viñedos, suelos y barricas que se resume en un perfecto equilibrio entre la fruta y la madera —tanto en la nariz como en la boca— y entre la calidad y el precio.

EMILIO-MORO-2010