Una sidrería contemporánea

Pintxo-KaleaPintxo Kalea. ALICANTE
Ansaldo, 8. Tel.: 965 265 993

 

Este “calle —vasca— del pincho” está en una amplia avenida con jardín, tiene una decoración decididamente cosmopolita y no va de barra con acento euskaldún al uso: en rigor, ni calle, ni vasca, ni pincho. En cambio, ahí están su Menú Sidrería con ensalada, tortilla vasca, txuletón, cuajada y sidra por 50 euros para dos personas, y, a falta de mostrador con autoservicio, una carta —con la que la comida puede costar desde unos 28 euros— que incluye un buen repertorio de pintxos, más o menos “evolutivos” en algunos casos. El “descanso del peregrino” —solomillo a la leña, gorgonzola, magnífico pan de semillas y modales de minihamburguesa— es de lo más trendy y el de tortilla de bacalao es un pintxo reglamentario que vuelve a recordarnos las sidrerías de los vascos tanto como sus barras. En la línea del tapeo están las estupendas croquetas de cabrales, las mollejas de cordero lechal o la “eskeixada”, un guiño vasco, en la escritura y en la suculenta envergadura, a la liviana ensalada catalana de bacalao. Luego vienen los clásicos del asador —el txuletón de vaca a la leña, el bacalao al pilpil o un rodaballo a la brasa que reemplaza al canónico besugo—, de calidad inapelable y en ejecuciones impecables. Junto a la tradicional pantxineta o a un “ahivalahostia” de membrillo e idiazábal igualmente vasco, el flan de naranja con caramelo de moscatel —brillante interpretación de unos ingredientes muy valencianos— es como para que le bailen un aurresku. La carta de vinos de Pintxo Kalea es bastante variada y cercana, al margen de los tópicos riojanoalaveses y los cosecheros, habituales en los ortodoxos del género. Cierra los miércoles.

LLUÍS RUIZ SOLER