Poco después de lanzar su gama de “refrescos saludables” y su tónica, el grupo abanderado por la reputada agua mineral ha presentado ViñaCHY bajo el eslogan “Vichy Catalán convierte el agua en vino” y en la línea de innovación, investigación y diversificación emprendida a finales de 2012.
ViñaCHY se elabora con vinos de Bodegas Casa de la Viña, en la zona de Valdepeñas, y agua Vichy Catalán. Se trata de una gama de espumosos de baja graduación —7% de alcohol— con vocación de convertirse en una nueva categoría dentro del mundo del vino y que pretende ser la puerta de entrada a la incorporación de nuevos consumidores, con su carácter refrescante y su fina burbuja que hacen de ella una bebida ligera y chispeante.
Hay tres ViñaCHY: blanco —chardonnay, sauvignon blanc y macabeo—, rosado —petit verdot y tempranillo— y tinto: merlot y tempranillo. Son tres espumosos aptos para acompañar aperitivos, comidas ligeras o postres y para compartir en pareja o con amigos, amenizar tertulias o refrescar momentos joviales: toda una sorpresa en un sector necesitado más que nunca de innovación.
Tal como lo describe el sumiller Julio Cayuela Tormo, “tiene una estructura equilibrada en su paso de boca que recuerda más a un tierno beso primaveral que a un tinto de medio cuerpo”, así como “una armonía de vino de baja graduación, espumoso de fina burbuja, pensado para un público joven, activo, actual y buscador de sensaciones con amplios matices, especialmente de frutosidad, aromas suaves y chispeantes en el paladar y un gusto de agradables sensaciones en boca”.
El Grupo Vichy Catalán, cuyos orígenes se remontan al año 1881 en el municipio de Caldes de Malavella (Girona), está presente en más de 35 países de los cinco continentes y, con la nueva marca ViñaCHY, espera aumentar su presencia internacional.
FOTO: KIKE RINCÓN