El vasco que no comía demasiado

Óscar Terol
Ediciones Santillana
Madrid, 2011
Novela
216 páginas
PVP: 16 euros

San Sebastián, 2049. Reina Froilán I y, hace años, el gran Ferran incorporó células de su propio cuerpo a sus platos para que sus “feligreses” comulgaran eucarísticamente con él. Al viejo Martín se la pegaron en una cata ciega con un “jamón ibérico” hecho íntegramente con soja y hasta el Mesón de Cándido, en Segovia, lo han comprado los chinos. Para colmo, la abuela de los Zabala se ha llevado a la sepultura, después de tomarse un “eutanaxil”, la receta del pastel de queso que hace del negocio familiar un baluarte de la resistencia frente a la colonización alimentaria de los “karatekas”. Y lo ha hecho a propósito, porque la venganza ya no es necesariamente un plato que se sirve frío, sino que puede congelarse y recalentarse, y ella no le perdona a su hijo que se haya divorciado de su mujer para casarse con un hombre y engañe a éste con aquella. Terol no deja títere con cabeza en el mundillo gastronómico y aledaños.