No hace tanto que en España la pizza era un a elaboración de comida rápida que en la inmensa mayoría de los casos carecía de cualquier interés gastronómico. Poco a poco, sin embargo, comenzaron a proliferar locales, muchos de ellos de tradición italo-argentina, que proponían una pizza honesta, de mayor calidad y reivindicada como lo que es: una especialidad gastronómica de enorme potencial.
Sin embargo, la eclosión de la pizza napolitana en nuestro país ha tenido que esperar. Ha sido en estos últimos años cuando, finalmente, hemos podido conocer locales que cuidan el proceso, los ingredientes y la tradición de la cuna de la pizza.
Y es ahora que el ambiente gastronómico empieza a ser más propicio para entender la pizza napolitana en toda su dimensión cuando los hermanos Figurato, Ricardo y Vittorio, nacidos en Nápoles y afincados en España proponen su particular visión de esta tradición a traves de su pizzería Fratelli Figurato (Alonso Cano 37, Madrid).
En Fratelli Figurato se trabajan con especial atención las masas, tres variedades –tradicional, integral y cinco cereales- que se someten a una fermentación de 36 horas y se cuecen en un horno eléctrico napolitano. Sobre la masa, como manda la tradición, pocos ingredientes pero bien elegidos: mozzarella, provola, aceitunas de gaeta, pistachos o tomates secos que se acompañan de verduras de temporada en una carta breve en la que las pizzas de corte más clásico se alternan con otras más actuales.
Precios contenidos, selección del producto y cuidado en cada uno de los procesos de la elaboración de las pizzas se convierten en señas de identidad de una casa que llega para convertirse en una referencia en el mundo pizzero español.
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